La tecnología es sin lugar a dudas una de las más grandes herramientas que ha potenciado el desarrollo de la humanidad, los grandes avances en la comunicación, la ciencia, la robótica y la Inteligencia Artificial (IA) entre muchos otros, garantizan un mejor futuro para la raza humana.
Con la creciente demanda y el agresivo consumo de todo tipo de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (AEE) , se ha disparado también un alto consumo de materiales utilizados para la producción de estos elementos.
Algunos de estos elementos son altamente tóxicos, el plomo, mercurio, antimonio, cadmio y bromuros entre muchos otros, contaminan permanente el medio ambiente, la razón es que los correctos tratamientos de los aparatos en desuso son desconocidos para la gran mayoría de personas en el mundo.
Los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) requieren de ser tratados diferencialmente ya que no son residuos ordinarios (papel, cartón, plástico, vidrio, etc.), en el planeta se generan anualmente 50 millones de toneladas de estos aproximadamente, con un crecimiento anual del 4% al 5%.
Hoy tenemos un mayor consumo tecnológico, menos reparaciones y obsolescencia natural o programada, de igual manera los gobiernos de muchos países han desarrollado políticas y estrategias para controlar y aprovechar los residuos generados por el sector tecnológico.
Es deber de todos y cada uno de nosotros realizar una gestión y disposición final responsable y contribuir al cuidado de nuestro planeta, debemos tratar estos residuos de manera especial siguiendo las recomendaciones de la ley y de los entes de control.